sábado, 31 de julio de 2010

Mi playa


Aveces, cuando paseo por mi querida playa, por esa playa llena de sentimientos resguardados, en cada granito de arena, por esa playa cuyas olas acarician la orilla con una suavidad infinita, sueño despierta.
Soy capaz de imaginarte, de sentirte. Aun me queda el alo de aquellos momentos hermosos que viví junto a ti. eEs como si esta playa, mi playa, tuviese la capacidad de capturar aquel amor, borrado a base de golpes. El dolor, las lágrimas, la rabia, todo lo expulsa mar adentro, se lo comen los peces y desaparece para siempre. Desaparece de la mano de esta desesperación de no tenerte.

Cuando se apagan las voces, y el sol se cansa del largo dia lleno de luz, descalza, desnuda por dentro y por fuera, me deslizo entre la espuma de las olas de esta playa, tan silenciosa, tan sabia, tan mía. Me dejo llevar por sus ecos lejanos, de historias saladas y cabelleras de roca. Cierro mis ojos, cansados de llorarte y me abandono a la profunda soledad de sus resplandeceres de arena y sal.

La siento totalmente parte de mi, com un refugio al que huir cuando me atormetan los negros pensamientos, como un lugar colmado de paz en el que mi mente se vacía por completo, dejando hueco a nuevas experiencias, un lugar donde encontrarme contigo, con ese recuerdo tuyo de cuando aún eramos felices.

Mi playa, mi amor, mi sueño.

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