domingo, 29 de mayo de 2011




            Una vieja leyenda cuenta que antes de nacer, los niños y las niñas esperan, todos juntos en algún lugar del cielo, posados sobre nubes blandas. Sus ojos pueden vislumbrar sus futuras vidas, intuyen el destino según la familia que escojan. Por eso es sumamente importante dicha elección.
Cuando es su hora, un grupo de ángeles se acerca, y con el dedo índice, les sella los labios en señal de “silencio”, este leve toque les deja una marca en el labio superior y hace que jamás, sean capaces de expresar lo que sabe pero sí saberlo por dentro....

Según esta leyenda, las personas sabemos nuestro destino, sabemos que estamos abocados a una serie de problemas, situaciones, relaciones etc. pero este saber se encuentra agazapado en lo más profundo de nuestro ser.

¿Qué te lleva a tomar decisiones en la vida? ¿Por qué escoger entre una madre, un padre o un camino solitario? ¿Por qué escoger entre el deseo, la lujuria, la pasión y la estabilidad, el cariño, la rutina….el amor? Cualquier “toque”, susurro, recuerdo, visión, influencia es decisivo para tomar una decisión ¿Desde dentro o desde fuera?¿Para algo o por algo?

Difíciles cuestiones. Importantes consecuencias