sábado, 6 de noviembre de 2010

MOMENTOS CONDENSADOS

Lluvia. Risas. Embriaguez. Cariño. Un paraguas. Una mirada.”

Una poderosa herramienta para transformar una simple situación en historia de amor. Una historia para alguien que dejó de creer en él. Que perdió la confianza. Que se dio por vencida. Una soñadora empedernida, loca por encontrar respuestas.
-¿Crees en el destino?
Yo sí, aunque aun no entiendo bien el significado exacto de la palabra, tampoco el de amor.
-¿Y en las casualidades?
Claro, creo que todo pasa por algo, todo tiene un significado oculto en sus entrañas.

Más risas. Miradas. Deja de llover de pronto. Todo de esfuma”

Te quedas sola, hablando sin hablar, sintiendo y palpitando, palpitando y sintiendo. Como si nada más tuviese sentido, que ese momento, con miedo de que de pronto te despiertes.
-¿Y, crees en los flechazos?
No, pero si creo en las flechas envenenadas. Creo en el veneno del poder de sentir, del poder querer tanto a alguien que te duela. El veneno de la obsesión, que te arrastra hasta el mar de la nada.
-¿Crees en las relaciones?
Creo en la amistad, creo en la confianza, en formar parte de algo. Pero no creo que dos personas sean capaces de vivir el dia a dia plenamente durante el resto de su vida.

Silencio. Una caricia. Un abrazo. Lluvia de nuevo”

Las personas que tienen miedo son como erizos. Sus púas van contra viento y marea. Se oponen fuertemente a algo que parecen no poder consentir, a algo en lo que no creen. Pero su interior, su corazón, su sangre lleva dentro eso a lo que se oponen. Curiosa contradicción humana. Recurso de protección.

-¿Crees en el amor?
La gran pregunta. Aun no se bien que es el amor. He vivido muchas sensaciones. Muchos momento hermosos. Las personas son cofres cerrados. Me gusta abrir y descubrir el tesoro que llevan dentro. Pero creer en algo, entregarte a una idea totalmente y defenderla es irracional. El amor, supuestamente un sentimiento, que muchos piensan puede llevar al delirio y otros, que es necesario sentir continuamente. El amor de una madre, el amor de un amigo, hermoso pero desconcertante. Asi que supongo que no creo, quizás porque aún no he escogido mi particular definición del amor. Quizás me debata, entre la obsesión y el cariño, entre la atracción y la estabilidad.

-¿Amor y atracción, van unidos?
La atracción, fuerza magnética que une cuerpos, desata instintos animales. Creo, que las personas deberían actuar más por impulsos, y si son perjudiciales, analizarlos e intentar cambiarlos. Pero actuar. Pensar menos. Yo sé todas las cosas que me he perdido por pensar más de la cuenta. Tomar decisiones es característica humana, pero a veces nos empeñamos en tomar más de la cuenta. Valores, normas, moralidades. Cuentos chinos, formalidades que no llevan a ningun sitio.

Quiero besarte. Lo voy a hacer. Perdida contigo. No me importa nada más. Solo sentirte más cerca”

Que ironía el hecho, de que antes, en tiempos de castillos y princesas, de dragones y promesas, hubiese tanto amor. Tantos sentimientos tan distantes de la realidad. A las niñas se les hacía creer firmemente en el matrimonio. Se les contaban cuentos de bellas damas y apuestos caballeros que se enamoraban y vivían felices. El amor era básico, era humano. Cuando esas niñas de largas trenzas crecían y los apuestos caballeros se tornaban en dragones, sus creencias iban derribándose. Maldecían por dentro el amor que se había convertido en un arduo deber de satisfacer y aparentar.
El cine, los cuentos, la sociedad. Empleamos la palabra amor para todo y al fin de al cabo, para nada. Cada uno opta por dar su propia definición, por pintarse los ojos de su color favorito. El mío, fue negro hace un par de años, ahora adquiere un tono grisáceo. Gris como un día triste y con tonos de blanca esperanza.

Pero acabaré mi historia. Que es a lo que venía.

Ya está. Un montón de gente. Bailando. Cantando. Dejate llevar. Música. Tus manos.

Despierto. Preocupación. Te llevo conmigo. Movámonos.

No quiero separarme de ti. Quiero estar contigo. Pero no puedo. Culpa. Voluntad. Adiós

Música. Alcohol. Más música. Tu sombra. Mis ojos. Mi cabeza obligada a distraerse.

Se apagan las luces. Nos vamos. Allí estas pero no te veo. Te siento cerca pero no logro encontrarte. Desilusión. Tristeza. Hambre. Hambre de ti

Te observo. Escondida. Observo como te mueves. Tu risa. Tus gestos. Tus palabras.

Frío. Cobardía. No me acerco. Sigo escondida. Mirándote desde las alturas.

Me decido. Tu sonrisa. Tus brazos. Mírame. No te vallas esta vez.

Gracias.

Besos. Caricias. Cariño. Pasión. Complicidad. Risas. Gestos. Mantas. Calor.

Café. Más risas. Fotos. Miradas. Despedida. Lagrimas por dentro.

Amistad. Distancia. Lágrimas por fuera.

Nostalgia de ti.

Ton reflet

Te estás borrando poco a poco de mi. Tu huella cada vez se esfuma más, día a día. Tu recuerdo ya no es nítido en mis pupilas, tu olor se funde con el tiempo y emborrona el sabor de tu boca.
Tus manos sobre mi suerpo se van convirtiendo en plumas que acarician levemente mi piel, como un cosquilleo efímero de pura felicidad. Como una sombra, escondida trás el tiempo.
Me he estado resistiendo, te lo juro. He estado luchando perseverantemente contra el olvido. He intentado con tdas mis fuerzas mantenerte cerca, viendote en otros ojos, besándote en otros labios. Pero no lo logro, es imposible. No puedo traerte conmigo, no puedo obligar al destino a que enlace nuestros caminos.
Me duele dejarte ahí, en ese pedazito de conciencia donde el aire no se mueve, donde quedan los recuerdos grises, borrosos. Me duele cerrar la puerta de tu habitación, me duele porque sé que cuando la vuelva a abrir, tú ya no estarás dentro. Solo quedarán las cenizas de una noche ardiendo en tu fuego.

Qué voluble es el sentimiento, que cruel los flechazos que tan solo dejan una herida abierta. Y tú, lejos de todo, lejos en cuerpo y alma de mi conciencia. Sin saber que lo que siento podría mover montañas, hundir continentes y juntas ciudades.
Te ofrezco mis manos, desnudas, vacías de prejuicios y mentiras
Te ofrezco un halo de vida, un suspiro del futuro aún no escrito.
Una descarga eléctrica, un reflejo de la felicidad en estado puro. Un reflejo de ti y de mi.