lunes, 4 de noviembre de 2013

Lluvia














Hoy ha sido un día muy extraño. Tan turbador y mojado como el cielo. No ha parado de llover ni yo he parado de llorar. Sigo sumergida en esta ola que me da vueltas, me saca a la superficie y me vuelve a arrojar a las profundidades. Sigo siendo víctima de esta mente que me tortura, que me dice "haz esto" y luego me dice "mierda, ¿por que lo hiciste?" sigo siendo víctima de tu presencia turbadora de tus "no estar" que tanto me duelen.

Hoy ha sido un Lunes realmente extraño. De estos en los que se te mojan los calcetines y el corazón. De estos en los que crees que todo ha terminado. Si hoy ha sido el día en el que mi corazón estaba roto en millones de pedazos. Conteniendo las lagrimas en todo momento y prohibiendole a mis recuerdos turbarme. Cuando ya estaba terminando el día. Cuando me estaba haciendo a la idea de afrontar otro dia uno pero que fuese seguido de dia dos, tres, cuatro etc. sin ti, cuando era consciente de que empezaba el duelo y de que iba a borrarte poco a poco empezando por las conexiones. Regresas. Y me sonríes como si no hubiese ocurrido nada y me vuelves a decir "fluye"

Odio esa palabra.

Antes la tomaba de rezo.

Ahora la odio con todo mi alma.

¿Qué es fluir? Aun no he logrado adivinarlo ¿Fluir es aceptar lo que hay? ¿Fluir es no pensar, no necesitar más de lo que tienes en ese momento? Sería lo ideal.

Lo ideal sería ver las cosas con otras gafas. No esperar absolutamente nada.

Y vuelvo al principio. Como un caracol que avanza con dificultad llegando a la meta y al que agarran por el cascarón y le devuelven a la linea de salida.

Así me siento ahora mismo.

Aunque también me siento con la noria de capaz o incapaz en mis manos. Me siento jugadora a la que toca tirar el dado. Buscar otro sendero que me lleve... ¿Qué me lleve a donde? ¿Al país de nunca jamás dónde no tienes miedos, donde dices lo que quiero escuchar, donde me quieres sin control?

JA

Ilusa de mi.
Esta claro que tengo que buscar otro camino. El camino planteado hoy de "hacerte desaparecer" de repente se pone en duda. Apareces tú con dos simples llamadas y todo mi trabajo emocional de un día se derrumba como un naipe.

Quizás no conozca los limites. No tengo autocontrol sobre mi misma. Me pueden los impulsos, me enredo. Pero quiero cambiar esta situación. No quiero que mi felicidad de silicona dependa de nada ni de nadie. Prefiero la felicidad efimera de un vestido nuevo. No esta felicidad monstruosa de cuando vuelves. Soy una bulimica de amor. Me empacho hasta vomitar mis irrealidades. Mis fantasías del país de nunca jamás que nunca jamás existirá, solo en mi cabeza.


Mañana día uno. ¿Como actuaré? No tengo ni idea.