Y después de todo este tiempo nada parece haber cambiado. Te miro, ahí sentado, sobre el frío cuero que luego se convierte en llamas. Y sonrio. Sonrío sin darme cuenta que lo estoy haciendo. Me enganchas, me apasionas. Eres mi hobby favorito. Y ha cambiado todo pero nada. Seguimos siendo los mismos demonios. Historia sin final. Otra incertidumbre que añadir a este periodo de mi vida en la todo se escurre como agua entre los dedos. Siento tu calor nítido y envolvente. Me besas y se para el reloj. Añoro tanto esas sensaciones que cuando me inundan quiero enfrascarlas. Construir un perfume con esos escasos momentos. Mirarte a los ojos y ver todo claro. Pero forma parte del juego. Forma parte del ir y venir. De construir desilusiones. De aprender creciendo. He encontrado un lugar donde me siento bien. Y donde quiero permanecer más tiempo. Un lugar que quiero descubrir y olfatear mejor. Donde cerrad los ojos y dejarse llevar. Donde no dar más vueltas a los posible y alo imposible.
Un lugar entre tus brazos.
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