viernes, 4 de enero de 2013

ISOLA








              Tengo la misma sensación de siempre. Que doy doy y doy pero no me llega absolutamente nada. En esta isla solitaria en la que nos encontramos, rodeada de tiburones y fieras aguas, apenas te veo ya. Todo está oscuro. La luz de verano que tanto brillaba para nosotros se ha esfumando con el alba de septiembre. Noto que te he perdido casi por completo. Un dolor punzante de apodera de mis entrañas. Y siento ganas de llorar. Ganas de gritarle al mundo. Injusto. Castigador. Las palabras que tanto nos hemos repetido se han anclado en lo más profundo del oceáno. Océano que nos rodea. Que nos ahoga. Que no llena de sal las heridas ahora abiertas.

Necesitaba escribirte.

Y lo seguiré haciendo hasta que te borres por completo de mi. Te seguiré llamando en mis adentros. Reprimiré mi corazón como tantas veces he hecho. Me cuesta tanto despedirme. Me inunda el dolor al pensar que pronto lo tendré que hacer. Y tu mientras con esas sonrisa congelada. Clavada dentro de mi cabeza. Pareciendo que nada te importa. Que nada te duele. Haciendo sencillo todo lo complicado. Dejándome caer.
Frías navidades. Tanta sed y tan poca agua. Tantas promesas esfumadas. Tantas palabras dichas y no vistas jamás. Y yo sigo con mi dolor. Yo y mi dolor. Mi dolor y yo. Parece que me paso la vida lamentándome pero en realidad soy feliz. Soy feliz porque por encima de todo soy libre de mis actos. Busco lo mejor. A pesar de herirme. Se que busco lo mejor para mi. Y por una vez estoy siendo algo racional. Estoy actuando en función de unas consecuencias factibles. Llevándole la contraria a mis sentimientos que sabes de sobra que están enganchados a ti. Irónica la mente humana. Cambia tanto como la dirección del viento. Hace unos meses tan segura. Con tantas ganas de un futuro a tu lado. Con tantas palabras tatuadas en el corazón. ¿A dónde se fue todo aquello? No tengo ni idea. En el pasado está. Un pasado que era nuestro presente y futuro y que ahora a penas se huele. "Te admiro porque siempre te arriesgas" Pues no lo hagas. No me admires porque ningún mérito se esconde detrás de mi riesgo. Solo el joven corazón de una niña que aun no se ha hecho mujer. En ese aspecto. En otros afortunadamente sí. Me arriesgo porque me dejo llevar por el sentir. Por lo absoluto. Por lo irreal. Sigo rechazando la realidad que tan fría y calculadora me parece. Personalidad fantasiosa de una piscis que siempre odio los números y sus conmvinaciones. Que nunca entendió porque restar y no sumar siemrpre. Que siempre prefirió inventar antes que repetir.

Y en esta isla. Cada vez más hundida y pequeña sigo contigo. Estando pero sin estar. Tirando de la cuerda como de costumbre. Cargando mi peso en los hombros. Pronto llegará de nuevo mi vida paralela. Esa en la que me encuentro lejos de cuerpo y alma y en la que me siento diferente. Auto suficiente y absolutamente responsable de mi. Esa en la que te he permitido vivir muchos meses. Creo que ya los suficientes. Mi oportunidad. Mi deseo de crecer. No cierro la puerta. Nunca lo hago. A la vuelta veremos. O quizás estaremos tan ciegos que ni siquiera nos encontremos. Me despido de esta ilsa que un día fue mucho más. Me despido de estos sentimientos o al menos lo intentaré. No es un "ciao" es un "arrivederci"

Y de nuevo a sufrir dolor de estómago. Pobre cuerpo. Pobre corazón al que tanto le cuesta aprender.

No hay comentarios:

Publicar un comentario