lunes, 29 de agosto de 2011

En la boca del estómago

Somatización de sentimientos, sabor amargo de ilusiones inocuas, versátiles. Razón de querer seguir aqui, de seguir existiendo, de no darle la mano y marcharme resguardada en el olvido de un verano soleado en mi interior y tan lluvioso allí afuera.

Te vas, me largo. Te acercas, me fundo en un sin fin de sensaciones físicas, punzadas mentales que trastocan mi día. Reprimiendo las arcadas de sentimientos que fluyen dentro de mi misma, que luchan por salirse de mis entrañas. "Quedaros ahí" susurro hacia mis adentros, "Aguantad, tranquilizaros. Respira, alma, respira".

Estoy dando mis primeros pasos en el mundo del razonamiento pasional.
 Estoy aprendiendo, colocando, pensando sin ser pensada, siendo yo misma.
No dejando que me arrastren esos pequeños fantasmas que de vez en cuando me hacen ser un caballo desbocado, perdido en la marea revuelta de emociones, descontrolada e infantil, sin ser, sin pensar, sin exisitir.

Necesito tu mano. Miento, no la necesito, no necesito más que hablar conmigo misma. Corrijo. Deseo tus brazos, rodeandome y dandome calor, ese calor que tanto me hace falta, ese calor que tanto tiempo llevo esperando y que ahora cuelga de un hilo de seda. Un hilo brillante que determina mi valía, mi fuerza, mi saber estar.

Evolución, cambio, constancia, perseverancia, madurez. Palos, palos y más palos. Lágrimas, palabras que duelen, diferentes formas de ver la vida, diferentes formas de amar.

No es por estar, es por vivir, por sentir por evolucionar de tu mano, por abrir los ojos, por cambiar conceptos, por tirar abajo muros, por demostrarte y demostrarme. Por aferrarme a tu corazón, por llegar a tus adentros y beber del elixir de la felicidad. Por esa sonrisa que has pintado. Por lograr que este humo negro, esta telaraña de miedos, se desvanezca.

Será un reto, una meta con fracaso o triunfo, depende como me lo tome, depende como me sienta, de una manera u otra, no podra conmigo. No me hará olvidar lo que soy y lo que he aprendido este verano lluvioso, en el que tanto ha salido el sol. Salga como salga, cambie como cambie, me sienta como me sienta mañana, la semana que viene o el mes que viene, no permitiré que pase de aquí, de una molestia en la boca del estómago. De un nudo. De algo que está tomando forma, que se está dejando ver, que me dejará enfrentarme a ello. Maltido miedo que tanto me has hecho perder y aprender. Malditas sean tus secuelas de guerra que tanto me han costado. Esta vez la guerra es diferente, ya no estamos en desventaja. Esta vez, por primera vez, siento, pienso, creo, mi arma más poderosa, que puedo derrotarte, al menos por ahora.

No quiero colocarte mi victoria sobre tu decisión, se que depende tan solo de mi. Que te alejes, que te esfumes, que desaparezcas, no puede ir unido a como me sienta yo sobre esta lucha. Como dices tú, ese es otro tema.

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